Twenty-First Sunday in Ordinary Time, Year A-2023
- All Things to All so as to Save All
Jesus, is the Teacher that shows us by words and by works what it means to become all things to all for the sake of God’s kingdom.
Jesus asks his disciples, “And you, who do you say that I am?” It is the number one question for all time about him (TWVDP 22). And, of course, answers vary, which seems to turn him into all things to all of us with varying concerns. In other words, who we say he is may show more what concerns us than what he is in himself.
Yes, more often than not we make him what we want him to be: yesterday, we took him for a rabbi; today, he is a liberator. Still and all, no disciple can do without a personal answer that will size up his or her being a disciple. It is not enough that we say what others say about him.
And St. Vincent’s answer is also from where he is. For he ties Jesus to his mission; he takes him for a missionary. But the saint does not pull his answer out of thin air; it comes rather from the gospels.
So too should our own answers be. They cannot come from sheer fantasy, but from Scriptures that make us think and pray. That is why we strive to know Scriptures, by God’s gift —rich, wise, knowing is he— to know Christ (St. Jerome).
Jesus, say the gospels, becomes all things to all to save all.
The gospels cannot capture all of the rich reality of Jesus (TWVDP 11). So, they describe it in pieces and from varying points of view. But they all agree that Jesus is all things to all; most of all, he is weak to the weak.
And he is so, better than St. Paul (SV.EN XII:205). Jesus, for instance, takes things of nature as we do. And we see this in the comparisons he uses: the grain of wheat that rots and sprouts, the seed that falls on good soil and yields big harvest.
The Teacher, yes, is all things to all. So, he speaks the language of those to whom he reaches out (Comentarios al evangelio #1). He reminds the laborer of his labors, the merchant of his dealings, the fishermen of their tasks. As he talks to housewives, he speaks of how they patch clothes, and sweep floors to find a lost coin.
And, of course, he is food for those with hunger and drink for those with thirst.
But to say correctly that Jesus is all things to all is one thing. And to live up to what one says is another. Will not those not true to what they say not be let go so others may take their place? And for Vincent’s own, to live up to what they say means to be full of mercy (SV.EN XI:308).
Lord Jesus, grant that we can say with Job: “I had heard of you by the hearing of the ear, but now my eye sees you.” And make it plain to us that you are all things to all.
27 August 2023
21st Sunday in O.T. (A)
Is 22, 19-23; Rom 11, 33--36; Mt 16, 13-20
VERSIÓN ESPAÑOLA
- Todo para todos para salvarlos a todos
Jesús es el Maestro que nos enseña de palabra y de obra lo que quiere decir hacernos todo para todos por causa del reino de Dios.
Les pregunta Jesús a sus discípulos: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Es la pregunta básica de siempre sobre él. Y, claro, hay varias respuestas, por lo que parece que él es todo para todos nosotros que tenemos varias preocupaciones. Es decir, quién decimos que es él a lo mejor da a conocer lo que nos preocupa. Más que lo que es él en sí mismo.
Sí, hacemos de Jesús no rara vez lo que queremos que sea él: ayer, se le tomó por rabí; hoy día, es libertador (véase «Jesús a través de los siglos»). Con todo, no puede un discípulo sino dar una respuesta personal que dará la medida de él. No nos basta con decir no más lo que otros dicen de él
Y contesta san Vicente desde su situación también. Es que él relaciona a Jesús con su misión; lo toma por misionero. Pero su respuesta no la saca el santo de la nada, sino de los evangelios.
Así han de ser también nuestras respuestas. No pueden venir de la pura fantasía, sino de las Escrituras, las que nos llevan a reflexionar y a orar. Es por eso que nos esforzamos por conocerlas, por el don de Dios, —generoso, sabio, conocedor—, para conocer a Cristo (san Jerónimo).
Dicen los evangelios que Jesús se hace todo para todos, para salvarlos a todos.
Los evangelios no pueden captar por completo quién es Jesús, rica que es su persona (TWVDP 11). Es por eso que lo pintan de varias formas, desde varios puntos de vista. Pero coinciden ellos en decir que Jesús es todo para todos; sobre todo, débil es para los débiles.
Y así es él, mejor que san Pablo (SV.ES XI:543-544). Jesús, por ejemplo, juzga de las cosas naturales como juzgamos nosotros. Y esto se ve en las comparaciones de las que se sirve él: el grano de trigo que se pudre y germina, la semilla que cae en tierra buena y da mucha cosecha.
El Maestro, sí, se hace todo para todos. Por lo tanto, le habla el lenguaje del que al cual se acerca (Comentarios al evangelio #1). Al labrador le recuerda sus labores, al mercader sus negocios, a los pescadores sus faenas. Y al hablar a las amas de casa les dice de cómo se hace un remiendo. O de cómo se barre una habitación para encontrar una moneda perdida.
Y, claro, Jesús se hace comida para los que tienen hambre, y bebida para los que tienen sed.
Pero decir con acierto que Jesús es todo para todos es una cosa. Y vivir lo que decimos es otra. ¿No se les destituirá de sus puestos a los que no viven lo que dicen para que sus veces las hagan otros? Y para los que son del grupo de Vicente, vivir lo que dicen quiere decir ser hombres y mujeres llenos de compasión (SV.ES XI:233-234)
Señor Jesús, concédenos poder decir lo que Job: «Te conocía yo solo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos». Y haz que se nos quede claro que tú te haces todo para todos.
27 Agosto 2023
21º Domingo de T.O. (A)
Is 22, 19-23; Rom 11, 33-36; Mt 16, 13-20