Thirty-Second Sunday in Ordinary Time, Year C-2022

From VincentWiki
Believers, and Not Just Thinkers

Jesus is the resurrection and the life. It is enough for us to be believers in him to conquer death.

The problem of religion does not lie in those who are not believers but in those who are believers. It does not lie in the publican, but in the Pharisee that looks down on him. The problem is not the son who is a wastrel. It is the obedient son who serves his father, but cannot bear to call the wastrel brother or to eat with him.

And we learn today that the problem is not the not-so-schooled lowly class. It is the class of the wise, to which the Sadducees belong.

From their rank come the high priests, the managers of the temple and the elders of the people. They are rich landowners and businessmen.

And they think that they keep the true religion that only the five books of Moses make known. That is to say, they take these books as the only source of teaching. They do not accept oral tradition as do the Pharisees.

So, the Sadducees show they know much about religion. And they have much free time to think up the strange case that they base on the law of levirate. They mean to prove absurd or laughable the faith of believers in the resurrection of the dead.

Yes, these rich thinkers, who do not have to work hard to earn their living, have much free time. They are not like the field hands and day laborers.

Not strict believers, yet locked up

The Sadducees do deny the resurrection and the life to come since the book of Moses do not speak of these expressly. All their worries and dreams, then, are just for this life.

And they want the most and the best that they can get. That is why they put up and work with Rome. For it protects their interests that have to do with temple worship and assets. It may be due to this that they do not like change. That they think that it is better that one man die than the whole nation fall.

Be it as it may, what is certain is that those who are not believers in the next life are caught in this life. In its way of thinking and speaking. Hence, as they talk about the next life, they think what takes place here takes place there, too.

But Jesus does not agree. He says yes to what the Sadducees say no to: the resurrection, the angels. He says, too, that there, no marriages or deaths take place.

No, the command to be fruitful and to multiple does not apply to those who have risen from the dead. Nor is there need for the spouses to be one flesh. For better than this is that all are one. In the God of the living who is all in all. In Christ who, too, is all in all. And in the Holy Spirit.

Believers in Jesus

We say we are believers. But do our worries about the needs or wealth of this life not leave us in a rut? Do we seek God’s kingdom and justice first? Do we live up to our faith that to die with Christ is to live with him? That to give up the body and to shed blood means to rise from the dead?

And if we are not of the simple folks who have the true religion (SV.XI:190), then we will be part of the problem.

Lord Jesus, the firstfruits of the resurrection to come, make us believers follow you and endure with you. We will thus not walk in the shadow of death but in the light of the resurrection and life.


6 November 2022

32nd Sunday in O.T. (C)

2 Mac 7, 1-2. 9-14; 2 Thes 2, 16 – 3, 5; Lk 20, 27-38


VERSIÓN ESPAÑOLA

Creyentes, y no solo pensadores

Jesús es la vida y la resurrección. Nos basta con ser creyentes en él para vencer la muerte.

El problema de la religión no está en los no creyentes, sino en los creyentes. No está en el publicano, sino en el fariseo que lo desprecia. El problema no es el hijo pródigo. Es el hijo obediente que sirve a su padre, pero no soporta decirse hermano del pródigo ni comer con él.

Y hoy aprendemos que el problema no es la clase humilde poco culta. Es la clase sabia, a la que pertenecen los saduceos.

De ellos vienen los sumos sacerdotes, los administradores del templo y los ancianos del pueblo. Son ricos terratenientes y comerciantes.

Y se toman por los que tienen la verdadera religión, la que da a conocer la Torá no más. Es decir, solo admiten como fuente de doctrina los cinco libros de Moisés. Rechazan la tradición oral que los fariseos aceptan.

Así que dan a conocer los saduceos que saben mucho de la religión. Y se disponen de tiempo libre para pensar en un caso extraño basado en la ley de levirato. Buscan reducir a lo absurdo o ridículo la fe de los creyentes en la resurrección de los muertos.

Sí, de tiempo libre gozan esos ricos pensadores que no tienen que trabajar mucho para ganarse la vida. No son como los labradores y los jornaleros.

Creyentes no cerrados, pero encerrados

Niegan los saduceos la resurrección y la vida futura, pues en la Torá no se dice nada expresa al respecto. Todas sus preocupaciones e ilusiones, pues, son no más para esta vida.

Y quieren ellos lo más y lo mejor que puedan sacar de ella. Es por eso que toleran el acuerdo colaboracionista con Roma. Pues ella protege los intereses de ellos con respecto al culto y los bienes del templo. Es por eso quizá que no les gusta los saduceos la reforma. Y se les dice que mejor que muera un hombre y no que toda la nación se pierda.

Sea lo que sea, lo cierto es que los no creyentes en la otra vida se encierran en esta vida. En el modo de pensar y hablar propio de ella. Al hablar, entonces, de la otra vida, creen que lo que se hace acá también se hace allá.

Pero Jesús no está de acuerdo. Dice sí él a lo que dicen no los saduceos: la resurrección, los ángeles. Dice también que allá no se casa ni se muere.

No, no se les manda a los resucitados ser fecundos y multiplicarse. Ni es necesario que los cónyuges sean una sola carne. Pues mejor que esto es ser uno todos. En Dios de los vivos que es todo en todos. En Cristo que también es todo en todos. Y en el Espíritu Santo.

Creyentes en Jesús

Nos decimos creyentes. Pero, ¿no nos estancamos en las preocupaciones por las necesidades o las riquezas de esta vida? ¿Buscamos primero el reino de Dios y su justicia? ¿Vivimos nuestra fe de que morir con Cristo es vivir con él? ¿De que entregar el cuerpo y derramar la sangre quiere decir resurrección?

Y si no somos de la gente sencilla que tienen la verdadera religión (SV.ES XI:120), entonces seremos parte del problema.

Señor Jesús, primicia de la humanidad resucitada, haz que los creyentes te sigamos y esperemos en ti. No camiremos así en la sombra de muerte, sino en la luz de la resurreción y la vida.


6 Noviembre 2022

32º Domingo de T.O. (C)

2 Mac 7, 1-2. 9-14; 2 Tes 2, 16 – 3, 5; Lc 20, 27-38