Nativity of St. John the Baptist, Year B-2018
- John Is the Name of the Son of Zechariah and Elizabeth
Jesus Christ is divine mercy in person. It is fitting, then, that his Forerunner has John (“God has shown favor”) for a name. It is fitting, too, that Scripture accounts about John instruct us.
Neighbors and relatives are going to name Elizabeth’s son after her husband. But she replies that her son will receive the name John. They counter that no one among the relatives has such name. So, they ask the father; he writes down that John is his son’s name. Immediately, the tongue of the one who could not talk is freed.
Clearly, neighbors and relatives are off the target about the name of the son of Zechariah and Elizabeth. That is because only the advanced in years and the barren can really grasp their personal experience of God’s favor. Such unique knowledge makes them acutely aware of God’s favor.
So then, they cannot but name their son John. It is the same name that God has given to the one he has called though still in his mother’s womb. As for Zechariah in particular, as soon as he accepts God’s plan, the Spirit sets him free.
That is to say, as he acknowledges his son’s name, the power unbelief stifles becomes alive again. Looking now past his advanced years, he puts his trust in God. As long as the parents live, John will be to them the living presence of the Almighty who has shown them favor.
John’s identity lies in his being at the service of another.
John does not only make present to his parents the favor of God. As prophet of the Most High, he speaks for him. He goes before the Son of the Most High to prepare his way. He is not the light, only a witness to it.
Moreover, his detachment is total. John is ready to go to jail and have his head cut off. That is how he will fulfill his mission, so that Jesus may begin his. Jesus must increase; he must decrease.
Scripture accounts about John are for our instruction.
We Christians are to do as Zechariah and Elizabeth and their son. Distrust of our own strength are to be the basis of our trust in God (SV.EN III:143). Besides, we should be free of worries about “an honorable retirement” (SV.EN I:15). In that way, the Spirit can set us free for the good of the poor. And it is our duty, of course, to be “men/women-for-others.” That is how our joy will be complete, how we carry out fully our mission and live the Eucharist (SV.EN XII:222).
Lord Jesus, make us work according to your plan. Grant that, like John, we may partner with you in building a more human world that is pleasing in your sight.
24 June 2018
Nativity of John the Baptist
Is 49, 1-6; Acts 13, 22-26; Lk 1, 57-66. 80
VERSIÓN ESPAÑOLA
- Juan es el nombre del hijo de Zacarías e Isabel
Jesucristo es la misericordia divina en persona. Le conviene, pues, a su precursor llamarse Juan, cual nombre significa: «Dios se ha compadecido». Y nos conviene aprender de la Escritura sobre Juan.
Los vecinos y parientes van a ponerle al hijo de Isabel el nombre del marido. Pero interviene ella diciendo que su hijo se va a llamar Juan. Y le replican que ningún pariente se llama así. Por eso, preguntan al padre, quien escribe el nombre del hijo. Inmediatamente se le suelta al mudo la lengua, y habla él.
Claramente, no aciertan los vecinos y parientes con respecto al nombre del hijo de Zacarías e Isabel. Es que solo la estéril y los avanzados en edad pueden captar realmente su experiencia personal de la gran misericordia del Dios. Tal conocimiento, singular y conyugal, los hace tomar clara conciencia de la misericordia de Dios.
Por tanto, no pueden sino llamar Juan a su hijo. Es el mismo nombre que Dios ha pronunciado, estando el llamado en las entrañas maternales todavía. Y de parte del padre, particularmente, tan pronto que acepta el designio divino, se le suelta la fuerza del Espíritu.
Es decir, al reconocer el padre el nombre propio del hijo, se reaviva la fuerza apagada por la incredulidad. Mirando ya más allá de su edad avanzada, el padre pone su confianza en Dios. Mientras vivan, Juan les será a los padres la presencia viva del Todopoderoso que se ha compadecido de ellos.
La identidad de Juan está en ser y obrar al servicio de otro.
No solo les hace presente Juan a sus padre la misericordia de Dios. Como profeta del Altísimo, es su portavoz. No es él la luz, sino el testigo de ella.
Además, su desprendimiento es total. Juan está dispuesto a que se le encarcele y se le corte la cabeza. Y así quedará cumplida su misión, para que Asícomience la de Jesús. Debe crecer Jesús, y su Precursor, disminuir.
La Escritura sobre Juan es para nuestra instrucción.
Se espera de los cristianos que hagamos lo que Zacarías e Isabel y su hijo. Que hagamos de la desconfianza en las propias fuerzas el fundamento de la confianza en Dios (SV.ES III:124). Que nos libremos, además, de la preocupación por «un honesto retiro» (SV.ES I:88). Así se nos soltará asimismo una fuerza espiritual en bien de los pobres. Y, desde luego, nos toca ser «hombres-para-los demás». Para que se complete nuestro gozo, se cumpla nuestra misión y e viva la Eucaristía, Jesús y los demás han de crecer mientras menguamos nosotros (SV.ES XI:561)
Señor Jesús, haz que obremos conforme a tu designio. Concédenos cooperar contigo en edificar un mundo más humano grato a tus ojos.
24 Junio 2018
Natividad de san Juan Bautista
Is 49, 1-6; Hch 13, 22-26; Lc 1, 57-66. 80