Fifth Sunday of Lent, Year C-2019

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Dignity and Responsibility of Women

The new that God is doing springs forth now in Jesus. Those with chauvinist mentality do not see this newness that acknowledges the dignity and responsibility of women (Benedict XVI).

Joseph finds out that Mary is carrying in her womb a child that is not his. But since he is a righteous man, he has in mind to divorce her quietly. He does not want to expose her to shame. Undoubtedly, then, Joseph acknowledges Mary’s dignity and responsibility.

But the scribes and the Pharisees mean to deal openly with the woman they say was caught in adultery. For they bring her to Jesus as people hear him teach, making her stand in the middle.

And they do not feel for her; her dignity means nothing to them. For one thing, not only are they bent on shaming her. They also want to see her die while people stone her. In other words, they have already condemned her, without letting her speak, her partner getting away, too, unpunished. Do they give dignity to him that they deny to her?

For another thing, they simply use her, under the pretext of upholding the law, to trap Jesus. And in view of this, and in the light of Joseph’s righteousness, one may ask: How true is the strict observance of the scribes and the Pharisees? One may, moreover, wonder if they even recognize the dignity of the law. Let alone see the newness that calls them to strain forward to what lies ahead.

And such newness means that, while the law is given through Moses, grace comes through Jesus Christ (Jn 1, 17). That Jesus is here not to condemn, but to save (Jn 3, 17) and that mercy triumphs over judgment (Jas 2, 13). He seeks and saves the lost (Lk 19, 10). And that is just as well; we all need forgiveness.

Lord Jesus, we are all one in you, and so there is not male or female. Grant that we acknowledge the dignity of everyone and thus see the new that you bring in. And make us true to your Supper, never marginalizing nor bringing anyone to shame. May we also be in step with Providence that calls women to service in the Church of the Poor (see SV.EN XIIIb:432).


7 April 2019

Fifth Sunday of Lent (C)

Is 43, 16-21; Phil 3, 8-14; Jn 8, 1-11


VERSIÓN ESPAÑOLA

Dignidad y responsabilidad de la mujer

En Jesús ya está brotando lo nuevo que Dios realiza. Los con mentalidad machista no notan esa novedad que reconoce la dignidad y responsabilidad de la mujer (Benedicto XVI).

Se entera José de que María espera un hijo que no es de él. Pero como es justo, decide repudiarla en privado; no quiere exponerla a vergüenza pública. Indudablemente, pues, reconoce José la dignidad y responsabildad de María.

En cambio, los escribas y los fariseos deciden tratar abiertamente con la mujer sorprendida en adulterio. Pues se la traen a Jesús mientras éste enseña al pueblo. La colocan en medio.

Y no simpatizan con ella; atribuirle dignidad, esto les resulta extraño. En primer lugar, están empeñados en avergonzarla. La quieren ver muerta, apedreada. En otras palabras, ya la han condenado, privada del derecho de hablar en defensa propia, mientras se le deja impune al cómplice en el delito. ¿Acaso le conceden al adúltero la dignidad que niegan a la adúltera?

En segundo lugar, ellos la utilizan simplemente, so pretexto de defender la ley, para atrapar a Jesús. Y en vista de esto, y a la luz de la justicia de José, uno quizás pueda preguntar: ¿Cuán auténtica será la observancia estricta de los escribas y los fariseos? Uno pueda preguntarse además si ellos reconocen siquiera las dignidad de la ley. Por no mencionar nada de si notan la novedad que los llama a lanzarse hacia lo que está delante.

Y tal novedad quiere decir que la ley se da por medio de Moisés, pero la gracia nos llega por medio de Jesucristo (Jn 1, 17). Que él no esta aquí para condenar, sino para salvar (Jn 3, 17) y que la misericordia triunfa sobre el juicio (Stg 2, 13). Busca y salva Jesús al que está perdido (Lc 19, 10). Y está bien que así sea; todos necesitamos perdón.

Señor Jesús, en ti somos uno y, por eso, no hay hombre y mujer. Concédenos reconocer la dignidad de todo hombre y así notar lo nuevo que introduces. Y haz que seamos fieles a tu Cena, sin marginar nosotros ni avergonzar a nadie. Ojalá avancemos al ritmo de la Providencia, la que llama a las mujeres al ministerio en la Iglesia de los Pobres (véase SV.ES X:953).


7 Abril 2019

5º Domingo de Cuaresma (C)

Is 43, 16-21; Fil 3, 8-14; Jn 8, 1-11