23 de febrero de 1650
Carta de Vicente de Paúl a sor Juana Lepeintre, superiora del hospital de Nantes, en la que otras cosas le dice que "la dirección espiritual es muy útil; es un lugar de consejo en las dificultades, de ánimo en las contrariedades, de refugio en las tentaciones, de fuerza en los agobios: es, en fin, una fuente de bienes y de consuelos, cuando el director es verdaderamente caritativo, prudente y experimentado. Pero ¿sabe usted que allí donde los hombres faltan, comienza el auxilio de Dios? Él es el que nos instruye, nos fortalece, que nos es todo y que nos lleva hacia Él por sí mismo. Si no permite que tenga un padre espiritual al que pueda recurrir en todas las ocasiones, ¿cree usted que es para privarla de la dirección espiritual de tal padre? De ningún modo. Al contrario, es nuestro Señor el que se pone en su lugar y tiene la bondad de dirigirla".